Desarrollado por Maniac Panda Games y Moonatic Studios, y publicado por Catness Game Studios, One Last Breath es un título indie con una fuerte carga emocional y un enfoque en la restauración de la naturaleza en un mundo postapocalíptico. El juego ha sido promocionado como una experiencia inmersiva que mezcla puzzles ambientales con la narrativa de Gaia, la protagonista que busca revivir la Tierra. Uno de los aspectos promocionales más únicos es la interacción con el entorno, tanto dentro como fuera del juego, como lo vemos reflejado en la Seeds of Hope Edition, que incluye un kit para plantar árboles reales, conectando la temática ambiental del juego con el mundo físico. Disponible en Nintendo Switch, PS5, Xbox y PC, el juego tiene un precio de $17.99, con la edición coleccionista limitada solo para PS5 y Switch.
Historia
En One Last Breath, encarnas a Gaia, una entidad nacida del último suspiro de la Madre Naturaleza. La humanidad se ha extinguido tras décadas de destrucción y contaminación, dejando tras de sí un mundo arruinado. La misión de Gaia es restaurar la vida y el equilibrio natural en un entorno hostil donde mutantes creados por la polución intentarán detener su avance. La narrativa se basa en la esperanza de un renacimiento en medio de la devastación, creando un contraste entre lo brutal y lo bello. Dato adicional: si logras encontrar todos los coleccionables, podrás desbloquear un final alternativo que ofrece una perspectiva distinta sobre la conclusión de la historia.
Gráficos
Si bien el juego presenta un diseño artístico bellamente detallado en otras plataformas, la versión de Nintendo Switch pierde mucho de esa riqueza visual. Los escenarios postapocalípticos y las criaturas mutantes están diseñados para transmitir la sensación de desesperación, pero la calidad gráfica se ve afectada en Switch, con texturas menos definidas y una iluminación menos impactante. Los detalles sutiles, como las luces y las sombras que acentúan el renacer de la naturaleza, no se aprecian tanto como en Xbox, PS5 o PC, lo que reduce considerablemente la inmersión. En un juego tan visualmente dependiente de su ambientación, estos problemas se sienten más profundamente, afectando la experiencia en Switch.
Fotos del juego en Nintendo Switch
Jugabilidad
La jugabilidad de One Last Breath es simple y directa. En términos de mecánicas, se centra en resolver puzzles usando los poderes de Gaia para alterar el entorno. Sin embargo, las interacciones se sienten limitadas, recordando títulos como Planet of Lana o Limbo, pero con mucho menos misterio y profundidad. Las habilidades de Gaia, como invocar enredaderas o levantar troncos, son interesantes pero se utilizan de manera bastante predecible. La dificultad es baja, y en la versión de Nintendo Switch, algunos bugs y problemas de rendimiento afectan la experiencia general, provocando caídas en la tasa de fotogramas y errores de control.
Música y Sonido
El apartado sonoro es uno de los puntos más fuertes del juego. La banda sonora y los efectos de sonido logran crear una atmósfera inmersiva que complementa perfectamente el tono melancólico y esperanzador de la historia. Aunque no se especifica el compositor, la música ayuda a profundizar en el viaje emocional de Gaia, intensificando los momentos de tensión y resaltando los instantes de paz cuando la naturaleza comienza a resurgir.
Edición Coleccionista: Seeds of Hope Edition
La Seeds of Hope Edition, disponible exclusivamente para PS5 y Nintendo Switch, a un valor de $39.99, incluye una caja de colección, un cómic de 16 páginas, una maceta biodegradable, un disco de sustrato y una bomba de semillas. Esta edición conecta con la temática del juego, permitiendo a los jugadores plantar su propio árbol en la vida real, una idea única que refuerza el mensaje de restauración del título. Aunque el juego está disponible en Xbox y PC, esta edición especial solo estará disponible para PS5 y Switch.
Conclusión
One Last Breath trae consigo un mensaje profundo y conmovedor sobre la necesidad de cuidar nuestro planeta. Su historia, centrada en Gaia y la restauración de la naturaleza, busca concientizar a los jugadores, y la inclusión de la edición especial para PS5 y Nintendo Switch, que trae semillas reales para plantar árboles, refuerza de manera brillante esa conexión entre el juego y el mundo real. Sin embargo, más allá de su mensaje y de las buenas intenciones, el juego como tal, en términos de jugabilidad y dificultad, no ofrece mucho más.
Si bien títulos como este suelen estar diseñados para transmitir una experiencia emocional más que desafiar al jugador, One Last Breath se queda corto en comparación con otros juegos del género. A pesar de su breve duración (alrededor de 1 hora y 50 minutos), que no es un problema en sí misma, el gameplay carece de profundidad y suspenso. La música y la ambientación logran crear momentos inmersivos, pero la falta de desafío y los errores en la versión de Nintendo Switch afectan la experiencia. Los problemas gráficos en esta versión impiden disfrutar por completo de la atmósfera y los entornos diseñados para cautivar al jugador.
Aunque posiblemente la experiencia hubiera sido diferente en consolas de mayor potencia o en PC, estos aspectos técnicos no habrían cambiado lo básico: la simplicidad de las mecánicas y la falta de evolución en el gameplay.
Veredicto final: 3/5