Análisis de The Legend of Zelda: Tears of the Kingdom, Nintendo vuelve hacer otra obra maestra

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The Legend of Zelda: Tears of the Kingdom es la secuela directa de The Legend of Zelda: Breath of the Wild. El juego nos lleva de vuelta a la tierra de Hyrule, que ha sufrido otra gran catástrofe. El jugador debe salir de aventuras para salvar el mundo una vez más. La narrativa sigue siendo fragmentada, pero la historia es muy potente y épica, con momentos cargados de emoción.

La jugabilidad se sustenta sobre las bases de Breath of the Wild, pero con nuevas habilidades para Link que cambian completamente las sensaciones y la forma de jugar. Las habilidades son Ultramano, que permite mover elementos del escenario a distancia, Combinación, que fusiona armas, escudos y flechas, Retroceso, que retrocede en el tiempo unos segundos, e Infiltración, que permite colarse por un techo y ascender por él. Con estas habilidades, el juego tiene infinidad de nuevas mecánicas y sinergias, y el jugador puede fabricar todo tipo de cosas, desde nuevas armas hasta vehículos y estructuras.

El juego tiene cientos de objetos y mecanismos con los que se puede interactuar, lo que crea unos puzzles fantásticos y unos combates divertidísimos. El sistema de físicas es uno de los más complejos, elaborados y perfectos que se han visto jamás en videojuegos, lo que da a cada objeto el peso que debería tener para que se mueva y reaccione de forma realista. El juego invita constantemente a la experimentación, a que el jugador pruebe a combinar unos ítems y armas con otros y descubra nuevas formas de sacarles partido.

El mundo de Tears of the Kingdom está a la altura del juego, ya que el mapa ha recibido tantísimos cambios que ha quedado prácticamente irreconocible. Aunque las ciudades y los lugares más icónicos están donde siempre, ahora están en diferentes lugares y con diferentes motivos. El juego es una invitación constante a explorar y descubrir, y a medida que se avanza en la historia, se descubren nuevos y emocionantes lugares.

The Legend of Zelda: Tears of the Kingdom es un juego que sigue las bases de su predecesor, pero con nuevas habilidades y mecánicas que cambian completamente las sensaciones y la forma de jugar. El juego invita constantemente a la experimentación y a descubrir nuevas formas de sacar partido a los objetos y las habilidades. El mundo del juego está a la altura de las virtudes del juego, y es una invitación constante a explorar y descubrir nuevos lugares.

Nota media en Metacritic al momento con 86 reseñas:

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