Demagog Studio, conocidos por su previo título “Golf Club: Nostalgia,” nos sumerge nuevamente en su intrigante universo posapocalíptico con su último lanzamiento, “The Cub.” Este nuevo juego abandona el golf para abrazar un enfoque más clásico de plataformas, situándonos en el papel de un niño que, de alguna manera, ha sobrevivido al apocalipsis previamente explorado en su ópera prima.
Conexión entre obras:
Es vital destacar la conexión entre ambos juegos, ya que el protagonista infantil de “The Cub” hace su primera aparición en el magnífico “Golf Club: Nostalgia,” donde un encuentro significativo entre un rico aficionado al golf y el niño desencadena los eventos de ambas historias.
Jugabilidad y Mecánicas:
“The Cub” ofrece una experiencia de plataformas al estilo de la vieja escuela, con claras influencias de los clásicos de SEGA de los años 90. El juego presenta mecánicas simples pero efectivas, como moverse de lado a lado, saltar, agacharse, interactuar contextualmente y manipular objetos para superar obstáculos y crear nuevas plataformas. La importancia del sigilo se destaca, proporcionando un abanico de acciones suficientes para explorar el apocalipsis bidimensional.
Narrativa y Diseño:
Aunque mantiene la perspectiva en dos dimensiones y la presencia de una radio que enriquece la historia, “The Cub” se distancia en términos de ejecución narrativa de su predecesor. La tradicionalidad en la forma de transmitir la trama, combinada con un diseño de niveles punitivo y controles menos precisos, puede resultar torpe y frustrante para algunos jugadores.
Encanto Visual y Atractivo:
A pesar de sus desafíos, “The Cub” posee un encanto innegable. Su dirección artística es destacable, con fondos bien dibujados, uso inteligente de las profundidades y animaciones expresivas del personaje principal. La exploración de niveles revela escondrijos y secretos que enriquecen la propuesta narrativa, sumando a la experiencia de juego.
“The Cub” destaca por su trabajo artístico, carácter entrañable y capacidad para generar nostalgia. Aunque sus controles y diseño de niveles puedan ser desafiantes, la combinación de un niño carismático en un mundo apocalíptico resulta cautivadora. Este juego deja a los jugadores con ansias de ver cómo evoluciona la peculiar saga de Demagog Studio, que continuará con “Highwater,” una aventura isométrica en 3D ya disponible en móviles