En una histórica decisión en EE.UU., Google se enfrenta a un mandato judicial que le exige abrir su plataforma Play Store a la competencia. El fallo fue emitido el lunes por el juez de distrito James Donato, como resultado de la demanda antimonopolio presentada por Epic Games en 2020. La sentencia, que obliga a Google a permitir el acceso de tiendas de aplicaciones de terceros durante tres años, marca un punto crucial en la regulación del mercado de aplicaciones móviles.
El fallo dictamina que Google debe hacer que las aplicaciones de Android estén disponibles en tiendas alternativas y que estas puedan descargarse directamente desde la Play Store. Además, se prohíbe que Google establezca acuerdos exclusivos para el lanzamiento de aplicaciones en su plataforma o que preinstale la Play Store en nuevos dispositivos sin competencia. Asimismo, los desarrolladores podrán utilizar sistemas de facturación distintos a los de Google y notificar a los usuarios sobre opciones de pago más económicas fuera del ecosistema de Play Store.
Para asegurar el cumplimiento de esta orden judicial, se ha creado un comité de tres personas, compuesto por representantes de Google y Epic Games, que supervisará los aspectos técnicos y regulatorios derivados de la sentencia.
En respuesta, Google ha anunciado que apelará el fallo, argumentando que el sistema operativo Android ya ofrece alternativas abiertas a los desarrolladores para distribuir sus aplicaciones. Lee-Anne Mulholland, vicepresidenta de Asuntos Regulatorios de Google, afirmó que la plataforma Android permite múltiples opciones desde el principio y destacó que Epic Games ha distribuido su popular videojuego Fortnite a través de canales como la Samsung Galaxy Store y su propia Epic Games Store, sin depender de la Play Store.
El fallo llega tras un veredicto del jurado en diciembre de 2023, que determinó que Google había violado las leyes antimonopolio de EE.UU. al establecer un monopolio ilegal en la distribución de aplicaciones y sistemas de facturación para dispositivos Android. En contraste, la demanda similar de Epic contra Apple en 2021 resultó mayormente favorable para la empresa de Cupertino, aunque los contextos de los casos difieren significativamente.
Google sigue defendiendo su posición, argumentando que la competencia con Apple mitiga los problemas antimonopolio, mientras continúa su batalla legal contra Epic Games.