Google Stadia cierra definitivamente sus puertas tras el anuncio de la compañía de cerrar el servicio de streaming en la nube que ofrecía a otras compañías. El servicio destinado a revolucionar la industria del videojuego se ha disuelto como un azucarillo en el café, dejando tras de sí el retrato de un modelo de negocio no del todo bien aceptado por los usuarios.
Los usuarios se mostraron reticentes al modelo de negocio ofrecido por Google Stadia, ya que no se trataba de un producto como Xbox Game Pass, sino de una tienda digital que ofrecía una serie de juegos gratis cada mes. Esto ha provocado que títulos anunciados como juegos estrella de Google Stadia no lleguen a ver la luz nunca, como es el caso de Baldur’s Gate 3.
Google Stadia se ha despedido para siempre con la tristeza de los usuarios que confiaron en su modelo de negocio. Esto no significa que la industria del videojuego no vaya a evolucionar, simplemente que Google Stadia no iba a ser el vehículo que la llevara a una nueva era. La industria de los videojuegos debe seguir buscando nuevas vías para redefinir el consumo y la experiencia de los usuarios, pues el mercado no está estancado.