La industria de los arcades en Japón enfrenta un desafío significativo según un nuevo informe, que revela una disminución alarmante en el número de establecimientos en el país. Durante la última década, se ha registrado una reducción de casi 8,000 arcades, lo que representa un declive del 30% desde antes de la pandemia de 2020.
El estudio, realizado por Teikoku Databank, destaca que durante el último año financiero, se han reportado 18 casos de bancarrota de “centros de juegos”, marcando la cifra más alta en los últimos cinco años y el segundo aumento consecutivo. Este declive se atribuye en parte a los crecientes costos operativos, como el aumento en el impuesto al consumo, las tarifas de cambio de moneda y los incrementos en las tarifas de electricidad.
Además, la popularidad de los juegos de grúa ha dificultado aún más a los centros de juegos atraer clientes, ya que los diseños tradicionales con máquinas arcade no logran competir con la nueva tendencia. Un análisis de la rentabilidad reveló que las empresas operadoras de arcades obtienen un beneficio operativo de solo 6 yenes ($0.039) por cada 100 yenes ($0.65) de ventas en promedio.
La tendencia a la baja de los arcades en Japón es evidente incluso antes de la pandemia, con solo 4,022 establecimientos en 2019, en comparación con los 26,573 en 1986. En 2022, la marca icónica de arcades, Sega, desapareció de Tokio después de finalizar su asociación de 50 años con los centros de juegos de Japón. La industria de los arcades enfrenta un futuro incierto mientras lucha por adaptarse a los cambios en las preferencias de entretenimiento y los desafíos económicos.