Microsoft está a punto de cerrar la adquisición de Activision Blizzard, programada para el 13 de octubre, marcando el hito de una operación de 68,700 millones de dólares que ha llevado 20 meses desde su anuncio inicial. La culminación de esta adquisición depende ahora del permiso definitivo de la CMA británica, que ya dio su aprobación provisional después de abordar preocupaciones sobre los derechos de juego en la nube. Para superar este obstáculo, Microsoft ofreció los derechos de streaming para Ubisoft+ y acordó mantener Call of Duty en la consola PlayStation durante los próximos años.
Hoy concluye la recopilación de opiniones sobre el acuerdo, y se espera que la decisión final se anuncie la próxima semana. A pesar de la preocupación inicial de la FTC de Estados Unidos por deshacer el acuerdo una vez cerrado, esto podría resultar en una batalla legal sin precedentes.
La adquisición no solo incluye franquicias destacadas como Call of Duty, sino también una amplia lista de licencias, como Tony Hawk’s, Crash Bandicoot, Spyro the Dragon, Warcraft y World of Warcraft, Diablo, Overwatch, Guitar Hero y Candy Crush Saga. Aunque los planes exactos de Microsoft para estas franquicias aún no están claros, el jefe de Xbox, Phil Spencer, ha expresado su interés en revitalizar algunas sagas, como StarCraft.