Unity, uno de los motores de desarrollo más populares junto a Unreal Engine, ha dado marcha atrás en su polémica decisión de implementar la cuota Runtime Fee, una tasa por cada instalación de juegos creados con su plataforma. Este anuncio, realizado hace un año, generó un gran descontento entre la comunidad de desarrolladores, quienes veían inviable este modelo de negocio, sobre todo en proyectos pequeños y medianos. A pesar de algunos ajustes, como la exención de esta tasa para los usuarios de Unity Personal, las quejas no cesaron.
Cambios en la dirección de Unity
Durante el último año, Unity intentó calmar las aguas con disculpas públicas y la renuncia de su antiguo director ejecutivo. Sin embargo, muchos creadores decidieron migrar a otros motores con condiciones más flexibles y amigables para los desarrolladores, como Godot o Unreal Engine. El actual CEO, Matt Bromberg, reconoció que la decisión original fue un error y que han trabajado durante meses para escuchar las preocupaciones de la comunidad.
Un nuevo enfoque: la suscripción
Con el objetivo de “democratizar el desarrollo de videojuegos”, Unity ha anunciado que volverá a su modelo de suscripción para todos los usuarios. Según Bromberg, Unity quiere ofrecer precios justos que permitan a los desarrolladores crecer y sentirse respaldados por la empresa. Además, la compañía asegura que, aunque los precios podrían incrementarse en el futuro, cualquier cambio en los términos será opcional, permitiendo a los usuarios seguir utilizando versiones antiguas con los términos previamente acordados.